viernes, 28 de mayo de 2010

DICCIONARIO FANTASMA


PEDRO PEÑA

Fantasma, n. Esta es una palabra que admite muchos significados y diversos usos, siendo el más frecuente aquel que se refiere a determinada persona caracterizada por su habilidad para engañar, enorgullecerse por poca cosa o hacernos creer que es inteligente cuando en realidad es mucho menos que estúpido. Sin embargo, si nos remontamos a la verdadera definición de la palabra, estamos hablando de cierta especie de criatura de carácter espiritual que, sin tomar en cuenta el insignificante hecho de haber muerto, persiste en asustar a los propietarios de determinada casa vestido con sábanas o trapos viejos. Yo le tengo más miedo a los fantasmas de verdad, es decir, a los de carne y hueso de la primera definición.
Faraón, n. Cualquiera de los antiguos reyes de Egipto antes de la conquista de este país por los persas. Cabe acotar que los tan mentados faraones eran hombres de costumbres un tanto extrañas. Para empezar, se hacían construir tremendos mausoleos y tumbas (con forma de pirámides) con el fin de que los enterraran con toda pompa. Por si esto fuera poco, cuando morían ellos, hacían matar a todo su séquito en represalia, lo que a decir verdad era una buena forma de evitar que alguien cercano al faraón atentara contra su vida (lo que sería catalogado por los criminólogos contemporáneos como un caso complejo de homicidio-suicidio simultáneo). Otra de sus perversiones consistía en desperdiciar enormes cantidades de comida que hacían enterrar con ellos para que los espíritus no volvieran a morirse (esta vez de hambre) después de haber resucitado. Pero lo más extraño era esa manía de querer aparecer en los retratos siempre de perfil, lo que ha motivado chistes tan malos como aquel muy conocido de “¿sabés por qué Egipto es el país más angosto del mundo?”. Aberrante.
Faringe, n. Anat. Conducto muscular y membranoso situado en el fondo de la boca y con varias aberturas por las que comunica con las fosas nasales, la laringe (con la cual suele confundírsela) y con el esófago. Pero lo más curioso es que su faringe, amigo lector, también comunica con las trompas de Eustaquio, aunque usted no se llame así.
Fauna, n. Es la mejor amiga de flora, ya que siempre andan juntas.
Fe, n. Virtud teológica que permite que podamos creer en algo que no podemos ver ni probar. Es así como creemos sin ambages en la existencia de planetas tales como Neptuno o Saturno, o en la decencia de los políticos y en la buena disposición de los uruguayos a lucharla hasta el final, sin dejar de lado la creencia en las posibilidades de ganar en juegos de azar tales como el cinco de oro o la quiniela (¿qué sé yo si Rodríguez Tabeira no es más que un holograma y el tipo de la radio que pasa la quiniela no es más que una cinta pregrabada desde tiempos inmemoriales hasta la eternidad?). También los dioses de todas las religiones utilizan a la fe como medio fundamental de existencia en las conciencias de sus fieles. Pero suele esta ser una fe mentirosa, hija del miedo a las represalias divinas, imaginadas por las más inescrupulosas mentes humanas.
Fénix, n. mit. Ave maravillosa empeñada en renacer de sus cenizas, tal como sucede con cantantes como Julio Iglesias o María Marta Serralima, o políticos tales como ... (complételo usted mismo).
Filósofo, n. Dícese de aquel que, habiendo bebido más de la cuenta, se vuelve verborrágico e intenta aconsejarnos, desde su borrachera, los mejores caminos de la vida y aquellos que deberíamos evitar. Sin embargo no nos explica cómo es que él, conociéndolos, no ha tomado los primeros ni evitado los segundos, y está allí en frente de nosotros, bamboleándose peligrosamente contra el mostrador. Cabe agregar que la peor subespecie de filósofos son los filósofos del fútbol.
Fobia, n. Miedo o aversión a alguna cosa. A continuación citaremos algunas de las más comunes presentes en nuestro país, tan obvias que no necesitarán explicación: examenofobia, librofobia, laburofobia, esfuerzofobia, pagarenfechafobia, casamientofobia, fútboluruguayofobia.
Folklore, n. Conjunto de creencias, costumbres y tradiciones de las clases populares de una región o país. Según un pertinente estudio sociológico realizado a los efectos de ilustrar este diccionario en este preciso término, el folklore está evolucionando permanentemente. Es así que para los próximos treinta años se calcula que algunas costumbres, acompasando el cambio de las masas, pasarán a engrosar el conjunto de elementos variados que compondrán el nuevo folklore nacional. Algunas de ellas podrían ser: el consumo en los días de lluvia de tortas fritas en Mc Donald´s (con y sin dulce de leche), el auge de los folkloristas del pop latino (que supuestamente ahora estarían surgiendo para convertirse en artistas a la altura de lo que hoy serían Zitarrosa o Los Olimareños), las competencias de mountain bike (en sustitución de las jineteadas), el abuso publicitario político-electoral por internet (donde aparecerían cientos de ventanas abriéndose permanentemente y estorbando las tareas que uno quisiera llevar a cabo, en sustitución de la invasión propagandística televisiva y radial), y la folklorización final y definitiva de un casi mito de la cultura nacional: la noche de la nostalgia. La palabra folklore es una voz inglesa (folk-gente, lore-saber), lo que no pega mucho con su aplicación por estos lados.
Fortuna, n. Deidad mitológica que repartía sin ton ni son los bienes y los males del mundo. La falta de profesionalismo y el consiguiente desgano demostrado por esta diosa son las explicaciones de por qué unos tanto y otros tan poco.

sábado, 22 de mayo de 2010

¡OJO CON ESE REVÓLVER!


Bueno... admitamos... me estoy quedando sin temas para mis columnas del Primera Hora y no consigo a quien entrevistar, así que ahora me dedico a hacerme entrevistas a mí mismo. Contra todo pronóstico, a la gente le gusta... Algo anda mal... Aquí dejo la cuarta de una serie indeterminada que amenaza constantemente con no dar para más y siempre termina dando.




PPP (Pedro Peña Pregunta). Veo que usted es una excelente manifestación de lo que es un ser humano.

PPR (Pedro Peña Responde). ¿Por qué lo dice? ¿Cuál de todas mis excelsas virtudes ha visto usted ahora?

PPP. En realidad lo que quiero decir es que usted es humano en el estricto sentido de los errores y los defectos… Fíjese: otra vez las once y media de la noche y usted, en vez de descansar, escribiendo estas horribles líneas.

PPR. ¿Acaso no fue idea suya?

PPP. Sí. Lo admito. Pero usted, ¿no piensa en sus lectores, en ese hombre del club que agarra el diario el sábado a las diez de la mañana mientras le sirven el primer whisky, o en esa mujer que culmina las compras y ahora se dispone a descansar en el sillón y a leer algo lindo? ¿Y ese futbolista josefino que va directamente a las páginas de atrás y solloza de bronca cada vez que no está su nombre? Esa gente, Peña, merece lo mejor de usted. Y lo mejor de usted difícilmente pueda salirle a estas horas. Estoy tentado a decirle que lo que usted hace es una chantada.

PPR. ¡Mirá quién habla! ¡El ahorcado se asusta del degollado!

PPP. De todas maneras, hoy quisiera entrevistarlo sobre algunas cosas de actualidad. Si usted me permite, quisiera empezar por lo del clásico. ¿Qué me dice?

PPR. No lo vi.

PPP. Ah… Bueno…, ¿y del stress del presidente?

PPR. Ni idea de lo que me está hablando.

PPP. ¿Acaso ha oído usted hablar de la gigantesca mancha de petróleo en el Golfo de México?

PPR. ¿En México hay un golfo? No me joda… Si vamos a hablar, hablemos en serio.

PPP. ¿Y qué es para usted hablar en serio?

PPR. No sé… hablar de algo que nos interese a todos.

PPP. ¿Por ejemplo?

PPR. El álbum del mundial. Ese sí que es un gran tema. Mucho más importante que cualquier mancha de cualquier cosa en cualquier golfo.

PPP. No me diga que usted lo colecciona…

PPR. ¡Claro! No bien salió lo conseguí. Ahora me dedico a intercambiar figuritas con mis alumnos en los recreos. Me encanta dar clases, pero desde que está el álbum me gustan mucho más los recreos.

PPP. ¿Le faltan muchas figuritas?

PPR. Sólo la del Cebolla Rodríguez y la de Zanetti.

PPP. Pero… lamento decirle que ninguno de los dos está citado para el mundial…

PPR. Eso que usted dice es una barbaridad. Si están en el álbum forzosamente deben estar citados. ¿No?

PPP. Bueno… no podría asegurárselo… Dígame, ¿es este el primer álbum que colecciona?

PPR. Claro que no. Recuerdo que siendo yo muy niño llegué a completar por lo menos dos más. Uno era el correspondiente a aquella serie de dibujos animados que se llamaba Marco: de los Apeninos a los Andes, una cosa triste, triste, que a cada rato te hacía llorar. El otro también pertenecía a una serie parecida. Esta última se llamaba Jackie y Nuca, que eran dos ositos con problemas en algún bosque del Canadá.

PPP. ¡Qué tiempos aquellos! ¡Pero basta! ¿Vio esto que tengo en la mano?

PPR. Esteeee… sí… se parece a un revólver…

PPP. Y está cargado. Si no me contesta lo que quiero lo chumbeo.

PPR. (Temblando) Bueno… faltaba más…

PPP. Ahora sí nos entendemos. Dígame por favor qué piensa usted de la rebaja en los sueldos de los funcionarios públicos españoles.

PPR. Sí… sí, tranquilo. ¿Qué pienso? Déme unos segundos por favor… Ya está: lo que pienso es que no me gustaría ser un funcionario público español en estos momentos… Pienso además que, vaya a saber por dónde, esas cosas terminan secretamente afectándonos a nosotros aunque estemos a miles de kilómetros y no tengamos nada que ver.

PPP. Bien. Al fin una respuesta concreta sobre un tema importante. Lo felicito.

PPR. ¿Podría, digo, si no lo toma a mal, bajar el arma?

PPP. Ya veremos. Ahora dígame algo sobre los feriados y toda esta polémica acerca de que unos quieren sacar los feriados y otros quieren poner más.

PPR. ¿En serio? Pero qué vergüenza, por favor. ¿Cómo alguien puede proponer una cosa así? De esta manera este país nunca saldrá a flote. Si no se generan posturas claras y radicales en estas cosas, ¿qué se espera del Uruguay? Pienso en la cantidad de feriados que hay y por cierto que es vergonzosa… ¡Son muy pocos! ¡Claro que hay que poner más!

PPP. Usted… usted… es un ser despreciable. Un vago de primera.

PPR. ¡Momentito! Porque usted tenga un arma amartillada apuntándome, eso no le da ningún derecho a insultarme. Mire que lo está viendo la gente. Hay cientos de testigos de su abuso.

PPP. No me maree con sus elucubraciones. Sigamos con la entrevista mientras tengamos espacio. Quisiera saber su opinión sobre el tema del conflicto por la ex Botnia, los puentes cortados y todo eso.

PPR. Mmmm… No sé de qué me está hablando. Creí que el país se llamaba Bosnia y no Botnia. Y de los puentes lo único que me animo a decirle es que Los puentes de Madison es una gran película, que a lo mejor los habían cortado, pero en la película eso no queda claro. Además, ¿qué tiene que ver una cosa con la otra? Pero no me quiero ir de tema… Ya que estoy hablando de películas, me gustaría recomendarle Gran Torino, que también es de Clint Eastwood.

PPP. (Bajando el arma) Usted realmente me supera…